Después de una muy breve estancia en La Habana, donde ni siquiera pisamos tierra firme, estamos de vuelta en San Miguel del Padrón. La razón fue ver el “Puente de Concreto” que une a San Miguel del Padrón con La Habana sobre el río Luyanó. La apariencia de este puente no demuestra la importancia tan grande que tiene. Diariamente muchas personas lo cruzan para ir de un lugar a otro, y aunque hay otros puentes en la provincia de La Habana que tienen mucho más tráfico que éste, no creemos que sean tan interesante como éste o los otros dos puentes peatonales sobre este río que sirven la misma función.
Pero bueno, decidimos ver el “Puente de Concreto” y así se hizo. Ahora hay que ir de vuelta y de eso se tratan estas fotos porque el sol favoreció estas fotos mucho más que a las fotos de cuando íbamos hacia el puente, y no sería justo no presentarlas. Y a continuación las presentamos:
De vuelta nos encontramos con alguien ya conocido. En el medio de la calle, la perrita dachshund, o salchicha. Estos perros parecen ser tranquilos, un perro de compañía pequeño o mediano más interesante por su forma que por otra cosa; pero estos perritos son mucho más de lo que aparentan ser. Por siglos, fueron empleados para cazar tejones en Europa, función que no muchos perros pueden hacer porque los tejones son bastante difíciles, y cuando están encuevados, sumamente peligrosos. Y eso era lo que hacían los perros dachshund, se metían en las cuevas y se fajaban, a muerte, con los tejones. Posiblemente la vida en San Miguel del Padrón sea mucho más fácil para esta simpática perrita.